El Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) presentó recientemente la actualización de su Mapa de Arsénico, una herramienta esencial para monitorear y visualizar la presencia de arsénico en el agua a lo largo del país. Este proyecto reúne datos de cientos de muestras de agua y ofrece una visión detallada y accesible sobre la calidad del agua.

El arsénico, aunque natural en la corteza terrestre, se ha convertido en una preocupación latente en Argentina debido a su presencia en el agua que consumen millones de personas. Este elemento tóxico puede ingresar al agua mediante procesos naturales como la disolución de rocas y minerales, o por actividades humanas como la minería, la agricultura y la industria.