Este 22 de abril se celebra el Día Internacional de la Madre Tierra, una efeméride que se instauró para recordarnos que nuestro planeta sufre las consecuencias de nuestros actos. Sirve para crear una conciencia común a los problemas de la sobrepoblación, la producción de contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales.

Desde este Observario, queremos destacar que la conservación del agua es una parte importante para el cuidado de nuestro planeta y su medio ambiente.

La importancia del agua

El agua es la fuente de toda la vida en la Tierra. Su distribución es muy variable: en algunas regiones es muy abundante, mientras que en otras escasea. Aclarado esto, es necesario diferenciar entre agua salada y agua dulce.

El 97% de toda el agua que hay en el planeta es agua salada, que no es apta para el consumo humano. Solo el 3% del agua en la Tierra es agua dulce y sólo el 0,5% está disponible para beber. El otro 2,5% del agua dulce está encerrada en los casquetes polares, los glaciares, la atmósfera, el suelo, debajo de la superficie terrestre, o está demasiado contaminada para su consumo.

Entonces, las aguas dulces constituyen un recurso escaso, amenazado y en peligro. De acuerdo con los estudios sobre los balances hídricos del planeta, solamente el 0.007% de las aguas dulces se encuentran realmente disponibles a todos los usos humanos directos. De esta pequeñísima porción dependen procesos sociales vitales.

En conclusión, el agua es un recurso natural que puede agotarse. El agua que hay en este planeta es muchísima, cubre las dos terceras partes del globo, pero en su mayoría es agua salada. El agua dulce existe en una proporción mucho menor y es un recurso natural que debemos cuidar porque como todos los recursos de nuestra Tierra se agotan.